El nuevo modelo de deterioro de la NIIF 9, cuya fecha efectiva de aplicación es 01 de enero de 2018, se basa en la pérdida esperada. La NIC 39 se basaba en el modelo de pérdida incurrida. Esto quiere decir que, con la aplicación de la NIIF 9, el deterioro de cuentas por cobrar comerciales, entre otros activos financieros, se registrará de manera anticipada.
De acuerdo con la NIIF 9:
- Si en la fecha de balance el riesgo crediticio de un instrumento financiero no se ha incrementado significativamente desde el reconocimiento inicial, la empresa medirá la corrección de valor por pérdidas por un importe igual a las pérdidas crediticias esperadas de los próximos 12 meses.
- Si en la fecha de balance el riesgo crediticio de un instrumento financiero se hubiera incrementado significativamente desde el reconocimiento inicial, la empresa medirá la corrección de valor por perdidas por un importe igual a las pérdidas crediticias esperadas durante el tiempo de vida del activo.
La estimación de las pérdidas crediticias esperadas requiere proyecciones de pérdidas basadas en información razonable de hechos pasados, situación actual y previsiones razonables sobre condiciones futuras. En ese sentido, información, juicio y análisis son importantes para las estimaciones de pérdidas futuras.
Al finalizar la NIIF 9, el IASB concluyó que requerir que las entidades reconozcan una corrección de valor por perdidas sobre una base referida al futuro, antes de que las cuentas por cobrar comerciales pasen a estar en mora, mejoraría la información financiera.
En conclusión, en el caso de las cuentas por cobrar comerciales, es importante revisar no solo el nivel de morosidad de los clientes, sino también su historial de cumplimiento de pagos, su situación económica actual y el origen del endeudamiento. Factores como la industria a la que pertenece, la región en la que opera y el entorno societario también deben ser tomados en cuenta.
