A medida que el trabajo remoto se consolida, emergen nuevos riesgos, especialmente el fraude interno. Sin la supervisión física tradicional, los empleados con intenciones maliciosas pueden acceder a datos sensibles y explotar vulnerabilidades. Las políticas de «Trae tu propio dispositivo» (BYOD) agravan este riesgo, ya que los dispositivos personales pueden no estar tan protegidos como los corporativos. Las consecuencias del fraude interno incluyen pérdidas financieras, sanciones regulatorias y daños a la reputación empresarial.

 

Cómo se manifiesta el fraude en el trabajo híbrido

El fraude interno en entornos híbridos puede tomar diversas formas, incluyendo:

  • Manipulación de perfiles de clientes:Los empleados pueden alterar perfiles y asociarlos con dispositivos o correos electrónicos bajo su control para acceder a cuentas de clientes o facilitar transferencias de fondos.
  • Desvío de pagos no autorizados:Usar información de cuentas de clientes para redirigir pagos a sus propias cuentas mediante credenciales de otros empleados.
  • Captura de datos sensibles:Uso de dispositivos personales para tomar fotos de información confidencial y enviarlas a través de aplicaciones de mensajería cifrada o correos electrónicos personales.

 

Limitaciones de las soluciones de seguridad tradicionales

Las herramientas estándar de seguridad suelen basarse en la supervisión de permisos y accesos asignados a los empleados. Sin embargo, en un entorno híbrido, esto no es suficiente. Por ejemplo, un empleado podría usar las credenciales de un colega para realizar transacciones desde su propio dispositivo, lo cual podría no ser detectado como un incidente de seguridad. Para superar estas deficiencias, las organizaciones deben adoptar un enfoque más avanzado.

 

Soluciones avanzadas para detectar fraudes internos

Las organizaciones necesitan adoptar tecnologías más sofisticadas para identificar comportamientos anómalos antes de que se produzca un fraude. Estas soluciones incluyen:

  • Análisis de datos de múltiples fuentes:Recolectar información de registros de servidores, telemetría de dispositivos y datos de transacciones.
  • Gráficos de análisis de relaciones:Identificar patrones inusuales entre empleados, dispositivos y cuentas de clientes.
  • Análisis temporal:Evaluar la secuencia de eventos para detectar cambios no autorizados en perfiles de clientes y accesos inusuales fuera de horas laborales.

Adaptarse al entorno híbrido requiere más que monitorear permisos; implica anticiparse al comportamiento fraudulento con herramientas inteligentes y análisis proactivos.

Deja una respuesta