Los directores financieros (CFOs) enfrentan regularmente sesgos cognitivos que pueden distorsionar decisiones estratégicas clave. Aunque estos sesgos son inherentes a la naturaleza humana, implementar procesos estructurados ayuda significativamente a mitigarlos, protegiendo así el valor de la organización.
Evitar la trampa del pensamiento grupal
El deseo de alcanzar un consenso rápido a menudo conduce al pensamiento grupal, limitando el análisis crítico necesario para buenas decisiones. Para contrarrestarlo:
- Designar explícitamente un defensor del diablo que cuestione decisiones establecidas.
- Fomentar diversidad de perspectivas incluyendo diferentes niveles jerárquicos y especialidades.
- Utilizar votaciones secretas para asegurar opiniones honestas.
- Realizar ejercicios competitivos (análisis de equipos rojo y azul) para evaluar decisiones desde diversos ángulos.
Combatir el optimismo exagerado y el sesgo de confirmación
La búsqueda selectiva de información que confirma creencias existentes y un optimismo excesivo llevan a subestimar los riesgos. Para reducir estos sesgos:
- Aplicar análisis premortem, anticipando posibles fracasos y sus causas.
- Comparar iniciativas actuales con experiencias similares previas (perspectiva externa) para una evaluación objetiva.
Superar la inercia organizacional
Muchas organizaciones asignan recursos basándose en decisiones pasadas, resistiéndose a adaptarse a nuevas prioridades estratégicas. Estudios recientes muestran mejores resultados en empresas que reorientan dinámicamente sus recursos. Estrategias recomendadas:
- Jerarquizar iniciativas según su potencial actual, independientemente de asignaciones anteriores.
- Alinear regularmente los presupuestos con prioridades estratégicas vigentes.
Reducir la aversión al riesgo
La aversión a la pérdida lleva a evitar inversiones potencialmente rentables debido al riesgo asociado. Para gestionar este sesgo:
- Evaluar inversiones dentro del contexto global del portafolio de riesgos de la empresa, no de manera aislada.
- Fomentar una cultura empresarial que apoye la toma de riesgos calculados, valorando positivamente los aprendizajes derivados de fracasos.
Reconocer y gestionar estos sesgos requiere más que buenas intenciones; exige institucionalizar procesos claros y sólidos que aseguren decisiones informadas, objetivas y alineadas estratégicamente con los objetivos de crecimiento sostenible.
Encontrará el artículo o documento completo en el siguiente enlace (podría ser necesaria una suscripción): Tim Koller. “Biases in Decision-Making: A Guide for CFOs.” McKinsey & Company. 20 de marzo de 2025. https://www.mckinsey.com/capabilities/strategy-and-corporate-finance/our-insights/biases-in-decision-making-a-guide-for-cfos#/.