Un agente de inteligencia artificial (IA) es una aplicación diseñada para realizar tareas de manera autónoma. A diferencia de los sistemas tradicionales que ejecutan comandos, un agente actúa con cierto grado de autonomía: puede percibir, razonar, planificar y ejecutar acciones. Su finalidad es alcanzar un objetivo definido sin necesidad de instrucciones paso a paso.
Los recientes avances en modelos de lenguaje (LLM) y otras herramientas de IA generativa han potenciado el desarrollo de agentes más sofisticados. Estos modelos les permiten comprender texto, razonar en lenguaje natural y mantener contextos conversacionales, dotándolos de un nivel de autonomía y adaptabilidad que los convierte en herramientas transformadoras.
¿Qué pueden hacer los agentes de IA?
Los agentes pueden abordar desde tareas simples hasta procesos complejos, ajustándose al contexto en tiempo real. Entre sus capacidades principales se encuentran:
- Ejecutar tareas específicas como redactar informes, responder preguntas o generar contenido.
- Coordinar múltiples pasos dentro de un flujo de trabajo más amplio, como procesar pedidos o validar transacciones.
- Tomar decisiones a lo largo del proceso según resultados intermedios o condiciones cambiantes.
- Adaptarse a nuevos entornos sin requerir programación adicional.
Su arquitectura funcional incluye módulos clave que trabajan de forma integrada: percepción (interpretación de datos o lenguaje natural), razonamiento (análisis de opciones y selección de acciones), planificación (diseño de secuencias para alcanzar objetivos) y ejecución (interacción directa con sistemas o usuarios). Esta estructura modular los hace altamente adaptables y les permite operar en escenarios cambiantes con un alto grado de autonomía.
Tipos de agentes de IA en desarrollo
Los agentes de IA representan una evolución significativa de la automatización: no solo ejecutan tareas, sino que deciden cómo hacerlo. Esto se traduce en mayor eficiencia operativa, reducción de cargas administrativas y personal enfocado en tareas de alto valor.
Actualmente se están desarrollando cinco categorías principales de agentes:
- Copilotos personales: Apoyan a individuos en tareas como redacción de correos, codificación o búsqueda de datos.
- Agentes empresariales: Automatizan funciones dentro de una empresa, como procesamiento de órdenes, servicio al cliente o gestión documental.
- Sistemas multiagente: Conjunto de agentes que colaboran entre sí para ejecutar tareas más complejas mediante división funcional.
- Agentes entrenados en tareas específicas: Especializados en una función concreta, como validar contratos o preparar reportes financieros.
- Agentes “todo en uno”: Integran múltiples funciones y actúan como asistentes generales con alta autonomía.
El desarrollo y adopción de agentes de IA marca un cambio profundo en cómo las organizaciones diseñan sus procesos, asignan recursos y toman decisiones. Su evolución dependerá no solo de los avances tecnológicos, sino de la capacidad de las empresas para integrarlos con visión estratégica, garantizando al mismo tiempo control, transparencia y beneficios tangibles.
Encontrará el artículo o documento completo en el siguiente enlace (podría ser necesaria una suscripción): McKinsey & Company. «What is an AI agent?» 25 de marzo de 2025. https://www.mckinsey.com/featured-insights/mckinsey-explainers/what-is-an-ai-agent.